JUEGO DE PODER
Venezuela pasa por una de sus peores crisis políticas y sociales, un país incalculablemente rico se encuentra en la miseria absoluta donde poco a poco espacios en donde se recibía a propios y extraños hoy lucen abandonados, sin un alma que reclame por esos lugares donde en algún momento hubo alegría y vida.
De aquel sueño bolivariano de la justicia social y de una América productiva y unificada ya no queda nada más que el recuerdo que descansa en el sueño de los justos y que ahora en la región provoca miedo y desconfianza. Por ejemplo, según la nota de Perú 21 en la última semana Verónica Mendoza, Gregorio Santos, Vladimir Cerrón y otros camaradas han hecho una alianza de la izquierda más recalcitrante con miras al 2021, donde la ideología tiende al proyecto bolivariano, el etnocacerismo e incluso solapadamente al pensamiento Gonzalo, vayan preparando sus pasaportes.
Esta situación que ha llevado a millones de venezolanos al exilio y verse repartidos por toda América Latina ha provocando problemas sociales en los países que los reciben propio de una mentalidad colectiva de resentimientos, racismo y en algunos casos pura envidia de hechos del pasado y esto hace que las autoridades se vean presionadas una población que defiende lo que no defendió cuando lo tuvo a su disposición durante años y otro vio la oportunidad en meses.
El turno del chavismo se agotó, no da más y es hora que otro tome su lugar, es necesario que el pueblo venezolano deje por un momento su lema nacional de “Dios y Federación” y se acoja por un momento al de Chile, “Por la razón o por la fuerza” que sea el mismo pueblo que se revele ante las autoridades que les robaron el país y que quede como ejemplo que el pueblo pone y el pueblo quita.
Los últimos días Venezuela ha tenido a dos hombres jugando a ser el presidente, uno con reconocimiento nacional e internacional y el otro con la milicia y las potencias bélicas de su lado. Se dice que el apoyo de las potencias del mundo de ambas partes se debe a un interés económico y es que es obvio, Estados Unidos y Rusia no meterían las narices al fondo solo por la democracia, en cambio, la acción del grupo de Lima es indudablemente un apoyo humanitario y además porque es parte de nuestra región pero también reaccionando a la presión social que ciertos sectores políticos usan como recurso para atacar a los gobiernos que muestran acciones humanitarias acusándolos de apoyar al forastero y no al paisano.
Es necesario ser observadores, manteniendo la línea de las buenas prácticas, el intervencionismo puede ser un precedente para que cualquier otro país u organización internacional o mundial declare a un país americano en emergencia y ser intervenidos y probablemente vilmente saqueado. Nuestra historia y realidad lo dice y testifica.
Toda lucha colectiva por la libertad es digna pero es necesario tomar acción y dejar el juego de poderes y actuar por la razón o por la fuerza y estar firmes y felices por la unión.
Escrito por
Lima, 1995. De Pueblo Libre pero viví la calle dura de Barrios Altos. Comunicador social y político aficionado. Firme y feliz por la unión.