#ElPerúQueQueremos

PARA GUSTOS Y COLORES

Publicado: 2019-01-25

Aunque un poco tarde, nunca lo será del todo para hablar sobre la situación de Lima y la clase política que trata de conquistar una ciudad tan caótica como apasionante. 

En octubre se celebró en todo el país las elecciones municipales y regionales, siendo para bien o mal un termómetro electoral de aceptación sin riesgo de perder la inscripción por todos los partidos políticos inscritos, el problema de fondo no está en que participen, si no, en la desesperación de estar presente y con esto los candidatos que ponen.

No es un secreto ni el sentimiento de una sola persona la profunda decepción de la actual clase política peruana, aunque uno (o varios) no coincidan con su pensamiento se extraña la fundamentación de políticos como Javier Diez Canseco o quizás Lourdes Florez en sus épocas mozas como congresista, bueno, a estas alturas uno ve con buenos ojos incluso la gestión de Susy Díaz que al lado de muchos congresistas naranjas deja la valla alta.

En el caso de Lima durante cuatro años tuvimos una gestión bastante cuestionable desde su visión de ciudad hasta la capacidad de diálogo por parte de Luis Castañeda, de quien personalmente siento que tomó la municipalidad como premio consuelo al perder vertiginosamente la presidencia en el 2011.

El tufillo de tener un nuevo alcalde figuretti y personalista se sentía venir esta vez de color anaranjado del asolapado Cambio 90 bajo el nombre de Perú Patria Segura ¿No lo sabían? Cambio 90 aún existe, pero esa es otra historia. Renzo Reggiardo, con su programa “Alto al crimen” logró hacer de ejecuciones rutinarias de la policía un talk show logrando posicionarse como imagen referente a la seguridad y una opción para Lima.

Desde las municipales del 2006 no he visto tanta presencia política y resultó ser una sorpresa que hayan 20 candidatos en la contienda, solo ausentándose el APRA, Todos por el Perú y el Nacionalismo ¿Si Peruanos por el Kambio se presentó? ¿Por qué no el APRA? ¡No hay que dejar de soñar!

Lima le ha pasado la factura a los partidos de gobierno ya que Peruanos por el Kambio quedó rezagado en el último lugar en casi en todos los distritos y Fuerza Popular quedo cerca, pero del tercer puesto. Aunque su suerte fue relativamente diferente en el interior del país, ya que el fujimorismo logró conseguir casi 50 municipios y PPK menos de 10, ahí es donde está el voto duro. Ni que decir del Nacionalismo que no se presentó en ninguna jurisdicción, cargo de conciencia quizás.

La sorpresa del proceso la dio Jorge Muñoz y Acción Popular, parece que caló mucho la idea que candidato que no come chicharrón no es necesariamente malo y el populista que se embute todo no es exactamente el más idóneo. La gente está feliz con la idea que vivirán en Lima Flores, el problema está en que no le hagan el mismo bullying que le hicieron a Susana Villarán, por tener otra visión de Lima más que la inerte y amarilla ideología Solidaria.

Algo que no puedo dejar pasar es el agazapado éxito de Alianza para el Progreso, el partido de César Acuña, que le quito para siempre el sólido norte al APRA y poco a poco se está ganando la gran Lima. En el 2014 se hicieron de dos distritos y ahora tienen cinco y quedaron segundo en cuatro, además de tener representación en el consejo metropolitano, atentos.

Es muy pronto y a la vez pesimista dar algún pronóstico de lo que serán estos cuatro años de gestión, las idas y venidas de los alcaldes y los grandes desafíos que deben enfrentar, como los Juegos Panamericanos y el Bicentenario. La inundación de San Juan de Lurigancho es una prueba de fuego para la ciudad sobre la capacidad de gestión de sus autoridades y del interés real de los que fueron candidatos por el bienestar de los ciudadanos.

No importa el gusto de la ideología ni el color del partido, lo que importa es la capacidad, el amor por la ciudad y el compromiso por hacerla vivible, tanto de autoridades pero sobre todo de los ciudadanos, ojala este anhelo no quede en unas bonitas palabras.


Escrito por

Rodrigo Rivera Lozano

Lima, 1995. De Pueblo Libre pero viví la calle dura de Barrios Altos. Comunicador social y político aficionado. Firme y feliz por la unión.


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